Póngale nombre

El primer semestre del 2000 tomé el ramo TEU 169A “Lectura de la Biblia”. El profesor nos enseñó que en la cultura hebrea, el acto de ponerle nombre a alguien refleja una especie de toma de posesión o asignación de poder sobre él.

Por ejemplo, dios cambia el nombre de Abram a Abraham, el de Jacob a Israel, y Jesús cambia el nombre de Simón a Pedro (2), y de Saulo a Paulo.

Todo esto genera un halo de misterio alrededor del nombre de dios. Lo que nos dijo el profesor fue que cuando Moisés le pregunta su nombre, dios responde algo así como “qué te importa”. Esta incapacidad de nombrar a dios generó el tema del tetragramatón, los nombres de dios, y otros.

Esto ha pasado de alguna manera (menos formal) al cristianismo, cuando bautizamos a alguien, no lo bautizamos nosotros, lo bautiza dios (por medio del sacerdote), por lo tanto, el bautizado como que le pertenece a dios.

Bueno, no iba a escribir sobre todo eso en realidad, iba a escribir sobre otra cosa, pero se alargó demasiado la introducción, lo dejaré para más adelante.

3 thoughts on “Póngale nombre

  1. Excelente tu post. me sentí identificada… siempre le cambio los nombres a las cosas. Me quedé pensando… querré que todo sea mío?

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