Sigue la regla

This entry is part 8 of 15 in the series Filosofía de la mente

¿Existe dentro de nuestra mente un espacio privado, inaccesible al mundo exterior, inexpresable?

Según Wittgenstein, no. O al menos, ninguno del que podamos a hablarnos a nosotros mismos.

Imaginemos que existe un estado privado. Podría ser una sensación, una emoción, una creencia, una idea, lo que sea. Llamémoslo chaucho (es irrelevante el nombre).

Cada vez que experimento este estado, puedo decir “ahora tengo un chaucho”. Pero si alguien me pregunta ¿qué es un chaucho? No puedo expresarlo en lenguaje ordinario. (Recordar las características del post anterior).

Entonces, es válido preguntarnos ¿cómo sé que estoy experimentando un chaucho? ¿Cómo sé que no lo estoy confundiendo con otra cosa, otro estado? ¿Qué criterio uso para validar que estoy teniendo un chaucho?

Podría responder, “yo me conozco a mí mismo mejor que nadie, por supuesto que soy capaz de distinguir un chaucho cada vez que lo experimento”.

Pero, lamentablemente, también sabemos que en el pasado nos hemos equivocado en nuestras apreciaciones sobre nosotros mismos. Por ejemplo, cuando en un momento dado quiero recordar el nombre de un actor de una película (decimos: “yo lo sé!”), pero por más que me esfuerzo no lo recuerdo (decimos: “yo lo sabía!”). Horas o días más tarde, súbitamente, aparece este recuerdo de la nada (decimos: “claro que lo sabía!”).

Entonces ¿cómo sé que estoy experimentando un chaucho? ¿Cómo lo chequeo? No tenemos garantía alguna de que estemos asociando la palabra chaucho con el estado privado en cuestión.

Es como cuando una persona tiene que tomarse un remedio a diario. ¿Cómo sabe que no olvidó tomarlo? Puede hacer una marca en un calendario. Pero ¿y si olvida poner la marca? Puede cambiarse de mano el reloj. Pero ¿y si olvida hacerlo? Y así hasta el infinito.

Entonces, identificar un chaucho, crea una serie de problemas de la que no podemos salir. Por lo tanto, un chaucho es inidentificable, no me puedo refirir a él. Esto significa que no tiene sentido el concepto de estado privado. O no existe, o no puedo hablar sobre él, ni siquiera a mí mismo.

En el siguiente post veremos algunas críticas a esta postura.

Series Navigation« ¡No te metas en mi mundo!Miénteme »

3 thoughts on “Sigue la regla

  1. piripipi pipiriripi pipipipiriripipipi pipipi

    jjaja, estoy disfrutando mucho estos post… grande Julio!!

    Un abrazo,

  2. Gracias Diego!
    De hecho, gracias Julio. Hace unos dos o tres meses, estaba en mi cama listo para dormir y recordé que tenía guardado (obvio) una carpeta con todas las lecturas de Julio. La traje a la pega, y comencé a leer y escanear cada una de ellas, hasta leerlas todas (a la hora de almuerzo, en el viaje en metro, …). Luego me conseguí un poco de bibliografía adicional (no sólo Wikipedia) y chás! comenzó esta serie de posts en la philosophy of mind :).

  3. Pingback: www.hamburgueta.com » Blog Archive » Resumen de la mente

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *