1994–02-12S Puerto Varas a Valdivia

This entry is part 7 of 9 in the series Mochileo

Había dos tipos de actividades para el rango de edad al que pertenecíamos en los scouts (pioneros — ruta): Las de ciudad, y las de fuera de ciudad.

En ciudad, nos separamos el ’93 en tres equipos: el equipo Local, el equipo Biblioteca, y el equipo Tótem. El equipo Local tenía como misión hacer que nuestro local fuese más vivible y funcional. Hubo un concurso de locales en algún momento del año, y en realidad este equipo hizo un gran trabajo, porque el antro se convirtió en un lugar bastante más ameno. El equipo Biblioteca, armó una biblioteca para el grupo. Consiguió libros, habilitó un espacio para aquello, y luego la administró. El equipo Tótem, donde estaba yo, publicaba periódicamente un número de la revista del grupo.

El otro tipo de actividades que hacíamos eran fuera de la ciudad, y ahí teníamos campamentos, salidas, pasos, retiros, peregrinaciones, campamentos escolares, y misiones, además de actividades con otros grupos (olimpiadas distritales) o servicios a otras unidades del grupo (guardias).

Esto del mochileo no es ninguna de las anteriores. No éramos nada más que un subconjunto de los personajes de scout que decidimos irnos a echar la talla al sur por nuestra cuenta.

Transcripción:


385va Noche Sábado 12 de Febrero Mochileo

Despertamos a las seis con un cafecito,(1) y vemos el amanecer al fuego.(2) Echamos tallas,(3) y a las ocho bajamos al albergue, primero compro 3 pan y 1 mortadela = $ 100. Comemos y nos vamos.(4) Allá nos lavamos, cambiamos de ropa y listo, salimos con Juano a hacer dedo. Nos llevan de una al cruce y ahí esperamos una hora, al tercer alá(5) nos lleva una camioneta azul. Dormimos, pasamos a mear(6) a un servicentro, y a las 13:10 llegamos a Valdivia. Un tipo le vende diario atrasado al Juano, y nos vamos por 10 al centro. Ahí nos sentamos en la plaza, inspeccionamos el Valdivia con su feria, intentamos comer cazuela, pasamos a Sernatur, vemos campeonato aeróbica, y almorzamos panes con jamón y queso, leche de plátano.(7) Justo llegan Andy y David, que el resto anda por ahí. Bla-bla y duermo siesta.(8) Despierto y a las siete voy a llamar a Rodrigo(9) ¡Feliz cumpleaños! y a mear. Vuelvo y no llega el resto, vamos a ver un albergue. Y aparece una Droopy(10) que nos ofrece alojo. Vamos a ver, pero nos arrepentimos, vamos al albergue y por $ 200 dejamos las mochilas.(11) Salimos a la plaza y vemos espectáculo brake-dance. Ahí están Darío, Sergio, y Carlos. Buena onda, son las ocho. Vamos al albergue a dejar mochilas(12) y nos juntamos en la plaza. Están en noche de challas.(13) Vamos a la costanera y hay espectáculo musical. La raja, pasamos a Isla Teja pero no hay mucho, volvemos y vemos otro brake dance,(14) pero picante. Pasamos al bravo Nápoles, por schops, y dejamos la cagá.(15) Nos vamos al albergue, y convencemos al tipo de quedarnos por $ 500. Tomamos una sopita y a la cama, en el pasillo. ZZZ Nos pasan colchoneta, ZZZ.


(1) Por las vías del tren, o en algún vagón que había por ahí, apareció gente. Operarios ferroviarios, tal vez. Probablemente les dimos lástima y por eso nos dieron café.

(2) Hicimos una fogata con trozos de durmientes y otras maderas que encontramos por ahí.

(3) La principal talla era, por supuesto, que las mochilas estaban durmiendo calientitas bajo techo en un albergue, y nosotros estábamos ahí muertos de frío. 

(4) Al albergue donde están guardadas las mochilas.

(5) Un ‘alá’, sería ponernos de rodilla en el pavimento, uno al lado del otro, y levantar ambas manos y bajarlas hasta el suelo repetidas veces, suplicando.

(6) Tomando en cuenta que a nosotros nada nos podría importar menos que pasar a un baño, debe hacer sido probablemente que el vehículo paró a echar bencina. Y claro, en esos tiempos, los baños eran gratuitos.

(7) Gracias Juano por tanto. Claramente aquí se rajó. Jamón y queso eran artículos de lujo en este contexto, inalcanzables para mi presupuesto.

(8) ¿Dónde habré dormido siesta? Probablemente en el pastito que hay por ahí cerca de la costanera. 

(9) Mi hermano, que cumplía 25 años.

(10) Le decíamos Droopy a aquellas personas medias pavas o lesas.

(11) Registro de mis gastos en esta ciudad:

(12) En el relato se indica que vamos a dejar las mochilas dos veces. La segunda vez, serían las mochilas de los tres personajes recién nombrados, con quienes no nos habíamos topado aún.

(13) ¡Ah! ¡La noche Valdiviana! En retrospectiva, es una suerte haber estado en Valdivia este día sábado, puesto que la noche Valdiviana es, según entiendo, uno de los momentos más divertidos y animados de la ciudad. El tema con esas challas es que uno no se da ni cuenta y ¡paf! challas en la boca o ¡paf! challas adentro de los ojos. 

(14) No sé qué onda con tanto brake dance. No recuerdo especialmente que haya sido furor en esos tiempos.

(15) El Nápoles. Esto es lo que recuerdo que sucedió ahí: El Juano pidió un schop para él, y creo que le invitó un schop a alguien más. Llegaron sus dos schop, y se los tomaron. Luego, Juano le dice al mesero “pago dos schop”, y en breve, en vez de llegar la cuenta, llegan dos schop adicionales. Por supuesto, decimos que no los queremos ni los pagaremos, todo tranquilos y relajados. En ese momento, el personal del local se puso animoso, y nos dicen algo así como ‘ustedes no saben dónde están, ¡el Nápoles es bravo!’. Onda, amenaza velada, ufff. Los meseros, la cajera, todos se ponen violentillos, y, en realidad no sé qué pasó después. A los combos no llegamos, y creo que esos schops no los pagamos, y salimos todos sin ningún rasguño. Pero nunca más nos olvidamos que: el Nápoles es bravo. 


Original:

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