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Hoy es el segundo día completamente libre para nosotros. Los personajes del tour se fueron, y antes de seguir a Egipto, nos tocó un día completo libre en İstanbul. Nos levantamos y desayunamos con toda calma, y luego hicimos las maletas para dejarlas en consigna. Beyazıt Lo que habíamos decidido visitar estaba al lado del hotel. Partimos a ver primero la puerta de la Universidad de Estambul (İstanbul Üniversitesi), y la Mezquita del Sultán Beyazıt II (Beyazıt Camii), que está al lado. |
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No vimos gente entrando a visitarla, por lo que preferimos no innovar, y sólo vimos su patio interior. Según nuestra guía, hay un excelente museo caligráfico, pero por ser domingo estaba cerrado. Mezquita de Solimán el Magnífico Un poco más allá llegamos a la Mezquita de Solimán (Süleymaniye Camii). Dado que este sultán era apodado "El Magnífico", esperaríamos una excelente mezquita, ¿no? No estaba vestido adecuadamente, por lo que tuve que usar unas ropas que estaban ahí para los turistas sapos como yo. Pasamos por la típica lona gruesa que impide la entrada de la luz, y vimos el interior. No nos decepcionamos. Es espectacular. Con olor a fonzies, pero espectacular. Miramos con calma sus adornos interiores, sus lámparas colgando, su indumentaria para el servicio religioso. No hay muchas mezquitas como estas para visitar por donde vivimos. Salimos, pasamos por las llaves para las abluciones, y pasamos a visitar el cementerio. No pude entrar a las tumbas de Solimán y Roxelana, pero la Cons me dijo que estaban bacanes. |
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Nos sentamos a escuchar el llamado a la oración ( Video), y seguimos con el recorrido. Tomamos Mimar Sinan Caddesi, supongo ya se dieron cuenta que Caddesi significa calle. Este personaje Mimar Sinan fue un arquitecto famoso, que diseñó varias cosas en la ciudad, entre ellas la mezquita espectacular que acabamos de visitar. Al finalizar la calle, nos topamos con un hamam. Un baño turco. Está lleno de estos en la ciudad. ¿Entremos? ¡Bueno! Baños turcos de Solimán Era nada menos que los Baños turcos de Solimán (Süleymaniye hamam), proyectada por el mismo arquitecto Sinan. Nos pasaron a un vestidor donde nos pusimos unas toallas para el cuerpo y la cabeza, con unos zapatos de madera, y bajamos a una habitación de mármol donde esperamos un segundo. A continuación entramos a los baños mismos, donde nos indicaron que nos recostáramos de espalda contra el marmol caliente. Recuerdo la luz del exterior entrando por un tragaluz en el techo. |
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Sultanahmet Caminamos hacia Eminönü, por unas callejuelas llenas de comecio, y fotografiamos nuevamente la Mezquita Nueva (Yeni Camii). Pero nuestro interés era almorzar alguna cosa. La Cons se negó al kebab, y luego de cambiar divisas, comimos Burger King en Ankara Caddesi, la calle que tiene tranvía. ¿Y cómo es la ciudad? La encontramos limpia, pero es raro, porque nos fue casi imposible encontrar un basurero en las calles. Es curioso que en las calles hay personajes con básculas, que cobran para medir el peso de las personas. Y hablando de peso, encontramos que los turcos no son gordos en general. |
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Otra cosa que nos llamó la atención, es que todas las tazas de los servicios higiénicos tenían un misterioso tubo que nunca supimos para qué servía. Como estábamos al lado, visitamos la Estación de Trenes del Orient Express (Sirkeci Garı). ¿Cómo no recordar Asesinato en el Orient Express? No había mucho movimiento, decidimos caminar en dirección al Bósforo y entramos al Parque Gülhane (Gülhane Parkı), que rodea el Palacio T opkapı. Había varias familias turcas disfrutando del domingo, y nosotros aprovechamos de ver los jardines y a las personas. |
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Había hartos muchachos y muchachas, y algunas usaban pañuelo pero otras no, vean la foto de arriba. Lamentablemente algo había en la vegetación primaveral, porque me puse a estornudar como loco, con gran ruido y aspaviento. Huimos apresuradamente. Salimos del parque, y encontramos la Puerta Sublime (Bâb-ı Âli) y el Kiosko del Desfile (Alay Köşkü). Subimos por Alemdar Caddesi hasta la central Divan Yolu, eje de toda nuestra visita, y caminamos de vuelta al hotel. A mitad de camino, la Lonely Planet nos explicó que una cosa rara llena de andamios es la antigua Columna de Constantino (Çemberlitaş sütunu). Habíamos pasado muchas veces a su lado sin prestarle atención. |
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En el hotel tomamos unos libros, y subimos al sexto piso a relajarnos hasta que nos pasaran a buscar, con cerveza y vino rosé junto a la piscina. Nos recogieron y en el camino al Aeropuerto Atatürk (Atatürk Uluslararası Havalimanı) llenamos una encuesta de satisfacción. Aeropuerto Atatürk Nos escanearon nuevamente de entrada, y tuvimos que hacer una larga y fome fila única para el check-in. Todo el rato nos acompañó una persona de la agencia. Pasamos policia internacional, con un sistema raro de cola, y entramos al gate 216 luego de otro escaneo. |
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Mientras esperábamos, un artefacto llamado "aqua massage" funcionaba al lado nuestro, como una cápsula donde uno se mete y hacen un masaje con chorros de agua, pero uno no se moja. Tomamos el vuelo Turkish Airlines 1142 y nos tocó al fondo, al lado de unas egipcias que no paraban de hablar todo el rato. Además, nos tocó un sobrecargo súper pesado, hasta le quitó una botella de las manos a una española. El Cairo, Egipto (القاهرة, مصر) Aterrizamos, y en las colas antes de policía internacional nos recibió Arafat. A todo esto la llegada es horrible, como que en el duty free venden pura línea blanca y electrodomésticos, como encontrar una tienda Din al llegar al aeropuerto de Santiago. Bueno, le pasamos plata a Arafat para que nos comprar la visa, pasamos sin problema por policía internacional, y fuimos a buscar la maletas a la cinta 4. Como nos demoramos en la entrada, ya estaban en el suelo. |
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Durante el traslado al Hotel Intercontinental Pyramids, que fue eterno, Arafat nos contó detalles de nuestro paquete. Nos llamó la atención que nos pasó en efectivo el dinero de un opcional que habíamos comprado en Chile. Llegamos tardísimo al hotel, y Mohammed nos fue a dejar a la habitación. Todos los personajes de la agencia extremadamente alegres, simpáticos, como eufóricos. Compramos una botella de agua, y nos pusimos a dormir. |
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