M22-05-2007 Abu Simbel - Aswan

El Cairo, Egipto (القاهرة, مصر)

Imposible retomar el ritmo de sueño todavía, pues nos levantamos a la hora que uno se acuesta, porque a diferencia de los otros personajes, nosotros traemos desde Chile un paseito por Abu Simbel.

Vinieron a buscarnos, y en la recepción del hotel nos dieron unas cajas bien grandes con nuestro desayuno. Fuimos a otro hotel a buscar a más gente, y pasé un segundo a usar sus instalaciones. Era un hotel muy bonito.

Era una pareja mexicana que recogimos, que no tenían comprado el paseo, e iban a intentar comprar pasaje en el aeropuerto mismo.

Nos subimos con él (y mucha gente más) a un bus de acercamiento, y nos explicó que él no era guía de los que explican el lugar, sino que otro nos espera en Abu Simbel. Pasamos la entrada (sin el personaje), y caminamos hacia los templos.

Se llega desde la parte de atrás, y hay que rodear el cerro donde están excavados, por lo que aparece el templo de Ramsés II de manera majestuosa.

Por supuesto cuando hablo de "cerro" y "excavado" no me refiero a la realidad, porque estos templos fueron trasladados roca por roca a un cerro artificial varios metros más arriba del Lago Nasser.

Encontramos a nuestro guía, Adel, quien se sentó un momento con nosotros, y nos mostró unas láminas plastificadas, explicándonos lo que veríamos dentro de los templos, porque él no entraría con nosotros.

Pasamos entonces al interior del Templo de Ramsés II, y es fantástico, por fin vemos inscripciones de la época faraónica.

El interior no es muy espacioso, pero está bien cuidado. Nos llamó la atención que era cosa de estirar la mano y tocar las paredes, y no había nadie vigilando. Por supuesto nadie estaba portándose mal.

Pasamos entonces al Templo de Nefertari, y nos explicó Adel que es extraordinario porque aparece ella representada del mismo tamaño que Ramsés II, lo que absolutamente inusual.

Recorrer cada templo no toma más que unos minutos, que aprovechamos para admirarlos con calma, y para ver el lago artificial, que es enorme.

Luego de pasar por la típica zona comercial, pronto estábamos arriba del bus de acercamiento, donde encontramos nuevamente a nuestro personaje del principio, dejando a Adel dentro del recinto de los templos.

En unos minutos que esperamos el avión, vimos el típico documental que muestra como movieron los templos hace décadas, pero no quisimos comprarlo.

Vuelo Abu Simbel - Aswan

Volamos nuevamente hacia el norte, hacia la Gobernación de Aswan, donde iniciaremos nuestro recorrido por el Río Nilo. A todo esto, los mexicanos llegaron a Abu Simbel en el siguiente vuelo desde El Cairo, pero se devolvieron con nosotros.

Aswan, Egipto (أسوان, مصر)

Otro personaje nos recibió en el aeropuerto, y nos fuimos en una van hacia Aswan, pasando por la Represa.

No habíamos contado que nos habían cambiado el barco. Teníamos previsto el Mövenpick Radamis II, pero nos tocó el Sonesta Moon Goddess. Según nos dijo Arafat en El Cairo, salimos ganando por mucho.

Nos recibieron en el barco, nos dieron nuestra habitación, que tiene terraza y está equipada como un hotel cuatro estrellas, no como la cabina de nuestro crucero por el Mar Egeo. Ya era el momento de almorzar, nos dirigimos al comedor del barco, y todo estaba impecable, ameno, y a punto para todos.

Dormimos una breve siesta, y salimos todos los pasajeros hispanohablantes para hacer nuestra primera actividad..

Avanzamos un buen trecho por el desierto, con un paisaje grandioso y a la vez desolador. A pocos metros del Río Nilo no hay vegetación alguna.

Aprovecho de describir a los egipcios que hemos encontrado. Se visten con túnicas largas, que llegan hasta los tobillos, y no usan cinturon. Además son de manga larga. Deben tener buena ventilación. Son morenos, amistosos, y bonachones.

Nos llamó la atención que todo el rato nos acompaño una persona con su buena metralleta, como parte de la caravana, ¡vaya forma de tranquilizarnos! Sin embargo no vimos ningún tipo de amenaza, ni ningún otro ser humano por ahí.

Entramos en nuestros camellos a una aldea nubia, con casas coloridas, desmontamos, y nos dirigimos a una de las casas, donde nos sentamos y nos dieron de beber té, y de comer cosas locales. Nuestros acompañantes no estaban muy interesados, ¡mejor, más para mí!

Fue la primera vez que vimos mujeres locales. Todas vestían de negro, y usaban joyas de oro.

Nos contaron que con eso demuestran su poder en la sociedad local. Recorrimos las dependencias, algunas de las cuales estaban equipadas con un gran aparato de aire acondicionado, y pudimos ver las fotos de sus familiares.

Tenían una nevera, por lo que nos aprovisionamos de agua, y compramos una muñeca nubia que tenían en su mercancía. Nos subimos al techo a ver la panorámica del pueblo, y pronto nos dirigimos al río nuevamente.

Nos embarcamos, no en una feluca, sino en una embarcación a motor, y cruzamos de vuelta el Río Nilo. Se me quedaba un bolsito, pero los honrados locales me avisaron y lo rescaté.

Noche nubia

No alcanzamos a descansar nada, porque inmediatamente fue la cena a bordo, "a la carta", con algunas opciones de entrada y fondo, y unos minutos después, el espectáculo de la noche.

Subimos a la zona de los espectáculos, equipada con un bar, sillones, y escenario, y comenzamos con canto y música nubia, gentileza de egipcios de la zona.

Siguió la presentación de un "jefe nubio" que intentaba guiar a los pasajeros por una ceremonia local, con graciosas consecuencias ( Ver video ). Finalizamos con más música y danza, donde todos participamos.

Termina este largo día, y partimos a dormir.