D27-05-2007 El Cairo - Frankfurt

Luxor - El Cairo

Luego de un reparador sueño, nos tocan la puerta para despertar. Nos lavamos la cara, y nos llega el desayuno, estándar, pero acompañado con aceitunas.

Por mientras miramos el paisaje, y nos llama la atencion lo rural que es. Mucho campesino, ¡y muchos burros también!

El Cairo, Egipto (القاهرة, مصر)

Llegamos a la urbe y nos preparamos para bajar del tren, porque nos habían insistido en lo importante de no equivocarnos de estación. No vamos al terminal, sino a la estación el-Giza.

Nos recibió nuevamente Arafat, que estaba muy contento porque no tuvimos ningún problema. Salimos de la estación y nos fuimos en un transporte hasta el hotel.

Estaremos unas pocas horas en la ciudad, y al llegar al hotel nos dijieron que éramos muy afortunados, porque nos darían la suite. Entramos en la habitación 108, echamos un vistazo a la amplia dependencia, y nos acostamos a dormir.

Nos duchamos, y nos recogió nuevamente Arafat para llevarnos al aeropuerto. Nos fijamos que, al igual que José, tampoco pronuncia la 'p', suena como 'b'. Debe ser parecido para todos los egipcios que hablan castellano.

Hicimos la cola única del check-in, y nos fue excelente esta vez con las maletas de vuelta, eran 39,0 kilos. Como tenemos que hacer un par de conexiones, nos llenamos de boarding pass. En la cola para la policia internacional, nos sacaron a un costado y nos hicieron un trámite rápido. Pasaporte, timbre, timbre, papeles, adelante.

Nos despedimos de Arafat y le dimos su propina. La Cons intentó despedirse de beso en la mejilla, y Arafat se deshizo en disculpas, indicando que no podía besar a una mujer. Pasamos al duty free, y éste si que nos pareció apropiado de un aeropuerto internacional, no como cuando llegamos.

Nos dispusimos cerca del gate 1, y nos dispusimos a gastar todas nuestras libras egipcias. Compramos comida rápida en un comedor por ahí, no era muy buena, pero hay que alimentarse, y compramos una lata de recuerdo para David.

Llegó la hora del abordaje, y el personaje no nos dejó subir la lata ni unas aguas minerales que habíamos comprado a pocos metros. No nos hicimos mala sangre y nos subimos al avión, un Airbus A300-600.

Vuelo El Cairo- Frankfurt

Dentro del avión nos equiparon como si fuese un vuelo de muchas horas: bolsa de género con snack, pituto para los oidos, botellita de agua, calcetines, y de estas cosas para tapar los ojos.

Las típicas instrucciones antes del despegue las dieron por altavoz, no por los monitores, y un poco después de elevarnos vimos claramente las pirámides.

Antes del almuerzo nos dieron un paño húmedo caliente para limpiarnos, y nos dieron a elegir entre beef o vegetarian pasta. Lo acompañamos con una ensalada tipo girega, y kuchen.

Leimos las revistas, y tenían también el diario USA Today. No pude reclinar mi asiento porque tenía atrás un viejo pesado que no me dejaba. No importa, es un vuelo no tan largo. Pronto llegamos a destino.

Frankfurt, Deutschland

Para trasladarnos dentro del aeropuerto, tuvimos que tomar una especie de metro interno, con dos vagones, muy moderno. Teníamos varias horas libres, hicimos algunas compras, y por fin nos reencontramos con la Coca Light de medio litro. En Egipto no vimos ninguna, la más pequeña era de un litro. Claro que, como ya dijimos, acá son todas retornables.

El aeropuerto tenía wifi, pero con clave, y nos fijamos que las llamadas las hacían en dos idiomas: en alemán primero, y luego en el idioma del país de destino.

Antes de abordar pasamos al baño, que está equipado con agua caliente, y a cambio de la tarjeta de embarque nos pasaban a una especie de jaula grande en el gate. Para el abordaje había dos mangas independientes, una de ellas exclusiva para first y business.

Vuelo Frankfurt - São Paulo

Lo primero que nos llamó la atencion, es que no había implementos para vuelo largo, como los que nos dieron en el tramo interior. Muy raro, dado que son la misma aerolínea. Nos dieron de snack unos mini pretzels, y de cena había pollo con vegetales o ravioles, y nos daban un camembert para echarle al pan. Durante la noche, nos entretuvieron con Letra y Música, y The Holiday.

Ya que hoy abandonamos Egipto, reflexionamos que en realidad, si no fuese por lo que dejaron los faraones hace más de dos mil años, poco habría para nosotros. En realidad, no vimos nada auténticamente local, todo giró alrededor de los templos faraónicos. Seguro debe haber buenas mezquitas, pero no alcanzamos a ver ninguna. De hecho, nos pareció que hay menos que en Turquía.

Nos quedó la triste sensación de que en los últimos dos mil años, en Egipto no han avanzado mucho.