Siguiendo con el tema anterior, ¿qué pasará el día en el que construyamos una máquina “especial”? No una que emule la voz humana o que parezca que me entiende cuando le hablo. Sino una que efectivamente entienda.
Somos especiales porque entendemos. No sólo recibimos datos del medio ambiente que interpretamos y luego generan una acción. Ser un humano tiene algo más, algo que nos separa tanto de otros seres vivos, como de nuestras creaciones (hasta el momento por lo menos).
¿Qué es ese “algo más”? Podemos llamarlo conciencia. O mente. O también nuestro “aspecto espiritual”. Tener pensamientos, inteligencia. Opino que habrá un día que podremos emular hasta tal punto este “algo más”, que dejaremos de ser capaces de distinguir las “mentes verdaderas” de las “mentes artificiales”.
Cuando llegue ese momento, preguntarle a alguien (o a algo) ¿tu inteligencia es artificial o real? carecerá de sentido. Y abrirá un mundo de problemas éticos. Un mundo enorme. Una caja de pandora. Será un momento muy entretenido de vivir.
Como cuando llegaron los europeos a nuestro continente, encontraron a los nativos, y se preguntaron ¿son realmente humanos?